Proyecto de ley apoyado por la comunidad hispana no consigue audiencia pero la participación cívica sigue siendo importante
Por Félix Navarrete
Cerca de 200 personas visitaron Indianápolis en enero para reunirse con senadores y representantes en el Congreso del Estado de Indiana el
16 de enero para apoyar el proyecto de ley 138 del Senado, que permitiría que “una persona que viva en Indiana pero no pueda demostrar su identidad y su situación legal en Estados Unidos [pueda solicitar] un carnet para tener el privilegio de conducir.” De aprobarse, el proyecto de ley beneficiaría a miles de familias hispanas de Indiana.
Si bien el año pasado un proyecto de ley similar logró avanzar fuera de un comité del Senado por primera vez, el proyecto no consiguió una audiencia este año.
Sin embargo, la participación de los que se presentaron ese día fue igualmente importante.
A pesar de las bajas temperaturas y de las alertas meteorológicas que recomendaban precaución debido a la presencia de hielo en las carreteras, familias de todo el estado se reunieron esa mañana en la iglesia de San Juan Evangelista, en el centro de Indianápolis. Allí, grupos de la Arquidiócesis y de las diócesis de Fort Wayne-South Bend, Lafayette y Evansville se reunieron para rezar antes de dirigirse al Congreso.
Jesusa Rivera, líder de justicia social en Indiana, ha trabajado arduamente para lograr la equidad en las condiciones laborales de los trabajadores agrícolas hispanos. Ella contribuyó a que se diera esta reunión con los legisladores. No solamente participaron los líderes de los ministerios parroquiales, sino que también asistieron familias enteras que se han visto afectadas directa o indirectamente por no tener permiso de conducir debido a su estatus migratorio.
Aunque durante el debate de enero se plantearon temas referentes a inmigración, los esfuerzos del grupo hispano responden a una inquietud por la seguridad pública, y esta es la razón principal que ha impulsado al Ministerio hispano de la Arquidiócesis a apoyar esta iniciativa.
Los participantes tuvieron la oportunidad de entablar conversaciones no solamente con varios de los senadores, sino también con el Secretario de Estado, Diego Morales, quien les animó a seguir aunando esfuerzos y a ser persistentes. El grupo también captó la atención de la vicegobernadora Suzanne Crouch, quien accedió a escuchar las preguntas de los visitantes y, como muestra de solidaridad, aceptó estudiar la propuesta de ley del Senado.
La Arquidiócesis, las demás diócesis de Indiana y la Conferencia Católica de Indiana (ICC) han desempeñado un papel crucial en esta iniciativa.
“¡Fue hermoso ver a tantos líderes comprometidos! Ha sido un honor acompañarlos a todos,” declaró Alexander Mingus, director asociado del ICC.
El acompañamiento de estos líderes se hace eco de las palabras del Papa Benedicto XVI en “Deus Caritas Est” (Dios es amor) que describen la “relación inseparable entre el amor a Dios y el amor al prójimo” (#16), y en su encíclica “Caritas in Veritate” (En la caridad y en la verdad): “El amor—caritas—es una fuerza extraordinaria, que mueve a las personas a comprometerse con valentía y generosidad en el campo de la justicia y de la paz” (#1).
Las palabras del Papa Benedicto reflejan el valor y la voluntad de muchas personas que, independientemente de sus miedos y sus limitaciones, actúan con la convicción de que una fuerza superior a ellas—el Espíritu Santo—les acompaña.
Como discípulos misioneros, ofrecemos esta invitación a llevar la caridad en nuestro camino a adoptar la doctrina social de la Iglesia. La justicia social es hoy una prioridad pastoral, no como una acción deliberada de reivindicación de derechos y oportunidades, sino como un fruto que nace del amor hacia Dios y se complementa con la verdad.
(Félix Navarrete es coordinador arquidiocesano del Ministerio hispano.) †